Amordazado. 5:23. Doble nudo que enreda con filamentos de nylon mis comisuras.
No encuentro el modo, sin conexión no tengo la manera de escribir todo lo que se me acumula. Todas aquellas palabras que cacé durante todo este tiempo y que se empeñan en salir disparadas aún sin pólvora, aún sin conexiones. Ya sabes como odio eso de escribir por escribir, pero no te preocupes, lo entiendo, te dejé de lado.


Vayamos despacio, entonces


Todo está bien. Conseguí yo solo llegar hasta aqui. ¿Ves? Nunca fueron excusas. Sabía de este momento, pero quizás todo esto ya lo supieras tú y me estuvieras esperando.
Lo más curioso es que tuve que dejar tanto atrás y sin embargo ahora me siento menos vacio, no sé, todo sigue siendo demasiado extraño, si, maravilloso, pero extraño. Si, si, ríete, pero yo sigo sin entender absolutamente nada; quizás lo vaya entiendo a medida que lo vaya contando.

 Quizás la clave esté en el silencio ¿no?


¿No hueles las últimas noches de verano y sus desvelos? Escucho tu sonrisa. ¿Y los soplidos enredados de salitre? ¿Y las tazas de café? Venga ven, siéntate junto a mi, este viejo cuaderno lleva un tiempo acumulando polvo esperando volver a vivir una vez más una historia cazada.




Vale, ya me callo, pero que sepas que te he echado de menos